La creencia popular usualmente indica que si, pero apoyarse en un equipo profesional asegura un mayor control sobre los tiempos y calidades del trabajo, dando una mayor previsibilidad de la inversión necesaria y minimizando el derroche de materiales, lo que a la larga ahorra parte de esa diferencia y evita problemas. Eso sin tener en cuenta que una obra es un proceso complejo debe ser supervisado continuamente durante varios meses para que avance como debe, una inversión de tiempo y estrés que en general no se tiene en cuenta de antemano. Un caso real que hemos tenido fue con una pareja que estaba considerando una ampliación de 80m2 para que su antigua casa fuera adecuada a sus nuevas necesidades, pero era una inversión que no estaban en condiciones de afrontar. Con nuestra intervención, pudieron conseguir las mismas comodidades o incluso mejores, construyendo apenas 16 m2 por un cuarto de la inversión.